Por Santiago Ureña
La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set ha sacudido a la nación y merece una investigación rigurosa e imparcial. La Procuraduría General de la República debe intervenir de inmediato para esclarecer si hubo mano criminal detrás del colapso repentino del techo del establecimiento.
El desplome total de todas las vigas ensambladas en el techo, al mismo tiempo, resulta altamente inusual y despierta sospechas. Testigos afirman haber escuchado una fuerte explosión justo antes del colapso, lo que añade un elemento aún más inquietante al hecho. La estructura no solo cedió, sino que fue demolida casi por completo, como si una fuerza intencionada hubiera estado detrás del desastre.
El Jet Set, un icónico centro de entretenimiento de la capital, colapsó durante una concurrida noche, dejando un saldo devastador de 221 personas fallecidas y 189 sobrevivientes, muchos de los cuales fueron rescatados en condiciones estremecedoras. Las familias de las víctimas y la sociedad entera merecen respuestas claras, y sobre todo, justicia.
Es momento de que las autoridades actúen con firmeza y transparencia. La memoria de los fallecidos lo exige, y el país necesita saber la verdad.
