Por Santiago Ureña
Montecristi, República Dominicana – La Detonación de explosivo en exploración en busca de oro en las comunidades de Judea, Los Conucos y Copey ha desatado la preocupación entre los residentes tras el inicio de operaciones de la empresa DOCALSA. Desde el pasado domingo, la compañía ha estado utilizando dinamita a profundidades de hasta diez metros en un intento de localizar una supuesta mina de oro en la zona.
La situación ha generado alarma, especialmente después de que se detectara la colocación de explosivos en áreas cercanas a la escuela primaria de Judea Nueva y la policlínica de Copey.
Los habitantes, inquietos por la cantidad de explosivos en sus alrededores, expresan su temor ante la falta de información oficial por parte del Ministerio de Energía y Minas sobre la naturaleza de estas exploraciones.
Un campamento que operaba cerca de la Bahía en la carretera Montecristi-Dajabón fue desmantelado horas antes de que comenzaran las detonaciones en Judea, intensificando las especulaciones sobre la seguridad de las operaciones mineras.
Los movimientos de tierra y las explosiones han traído a la memoria un trágico episodio ocurrido en 1988, cuando una nube piroclástica provocó el pánico entre los residentes. Muchos temen que la historia pueda repetirse si no se toman las precauciones adecuadas.
La situación actual exige una respuesta urgente por parte de las autoridades y un diálogo abierto con las comunidades afectadas para asegurar su bienestar y seguridad.
